6.3.08

ENTREVISTA M.A. MARTIN/II: DEL FLUÍDO ROSA A LA CASA BLANCA


Háblanos de tu influencia musical, has comentado que te marcó Pink Floyd.
Pink Floyd me inició, lo que me marcó y me influyó de verdad fue cuando conocí la música electrónica-industrial underground, con Whitehouse, Esplendor Geométrico, SPK… Que en aquella época, al no haber Internet, era escribir a un apartado de correos de Japón, Australia o Canadá con el dinero y espera un mes a ver si llegaba algo…

Y te llegaban discos en casete…Vinilos y casetes, sí. Sobre todo lo último, porque el vinilo era caro de imprimir y el casete podías hacértelo en tu casa, con una fotocopia de la portada y mandarlo. Se llevaba el home taping, háztelo en tu casa.

Una variedad del D.I.Y. del punk.
Efectivamente, porque además esto era más punk que nada, porque ya no es que hicieras rock como los Sex Pistols, que sí tocaba un poco mal y había algo de punk en el concepto. Pero esto ya sí que no era bajo-guitarra-batería, era otro rollo.

Por otro lado, debiste ser de los primeros en España que se interesaban por este tipo de música.
No había nada. Recuerdo un día escuchando Radio3 en el que Jesús Ordovás dice: “Aviador Dro y los Obreros Especializados se han separado, sus miembros han formado Esplendor Geométrico están aquí con nosotros”, y comenzó a sonar un ruido de máquinas y golpes titulado “Necrosis en la polla”, y me dije: “Esto es la hostia” (Risas)
Luego llegué a conocerlos, trabé amistad con ellos y de ahí pasamos a conocer a otros grupos internacionales que hacían electrónica experimental y cosas parecidas a lo suyo…

Throbbing Gristle, Einstuerzende Neubauten, Whitehouse…Sí. De Throbbing Gristle me gusta sobre todo el sonido que hacían el principio, ahora el tipo monta unos shows con un rollo mesiánico que me parece un poco payasada, me parece respetable y divertido, pero a mí no me gusta. Whitehouse siempre me han gustado más, y de hecho ellos fueron los que publicaron mis primeras historietas hardcore en un fanzine que incluían en los vinilos que vendían. Era un fanzine pequeñito con la información que ellos les interesaba: novedades y conciertos suyos, entrevistas, cómics, campos de concentración, asesinos en serie…

Se podría enmarcar en lo que se ha venido a llamar “Cultura del Apocalipsis”.
Quizá en parte, pero yo creo que lo que han hecho Whitehouse en una obra de arte en sí mismo y no se puede etiquetar. Igualmente en lo musical se les intentó meter en el saco de la música industrial o de lo que se llamó power electronics. Pero pienso que Whitehouse es simplemente el fruto de una mente privilegiada y enferma, dicho como el mayor de los elogios, como es la de William Benett. No encaja en ningún otro sitio, es un producto único.

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